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moolberry: moda internacional avalada por el sello ISSOP por su compromiso con la sostenibilidad

El compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es clave para minimizar la huella de las empresas en el planeta. El 86% de las empresas del IBEX ya están trabajando en su sostenibilidad, sin embargo, es necesario maximizar este compromiso para alcanzar las metas fijadas por las Naciones Unidas para el 2030.

La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, responsable del 10% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, según cifras de Ellen MacArthur Foundation. Si este sector sigue sin implantar medidas sostenibles, es probable que sus emisiones aumenten en más del 60% en la próxima década, según la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC).

Moolberry, firma española de moda femenina eco, ofrece a las consumidoras una alternativa sostenible, sin olvidarse de la moda más actual a la vez que respetuosa con el medioambiente y con las personas. Su filosofía y compromiso están enfocados en hacer de la industria textil un negocio más respetuoso, responsable y ético. De hecho, la marca es la única firma de moda textil con sello ISSOP a la sostenibilidad por su compromiso con los ODS.

Esta certificación garantiza que todos sus proveedores e instalaciones cumplen con el Código de Conducta y con los requisitos establecidos en sus estándares y en sus listas de sustancias químicas restringidas. Moolberry ha conseguido que toda el agua que se utiliza para la fabricación de sus diseños sea reciclada, no usa tintes tóxicos y la mayoría de sus telas son naturales.

Con la ayuda de universidades y laboratorios de referencia, cada una de las prendas de moolberry mantienen los estándares más elevados en materia de protección de los derechos humanos y promoción de la normativa laboral internacional, salud, seguridad y aspectos medioambientales.

Toda la confección y fabricación de moolberry se realiza exclusivamente en Europa. Además, la firma eco cuida y estudia cada detalle de la decoración, material u objeto del negocio para que cumpla toda la normativa de sostenibilidad.

 

Reutilizar y reciclar

La contaminación de la industria textil proviene, en parte, del ritmo de producción y consumo impuesto por la llamada Fast Fashion, moda de usar y tirar, prendas con una vida muy corta. Para luchar contra este hiperconsumo, los ciudadanos conscientes demandan empresas comprometidas como moolberry. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ya hay un 73% de consumidores que toman decisiones de compra por motivos éticos y ecológicos. Estos ciudadanos conscientes han puesto en marcha el movimiento Slow Fashion.

Reciclar y reutilizar, también son pilares de esta cultura de moda sostenible. Moolberry ofrece a sus clientes la posibilidad de recogerles aquellas prendas de la firma que ya no vayan a utilizar para darles una segunda vida. Coincidiendo con el cambio de armario, en abril-mayo y septiembre-octubre, hacen una campaña de recogida de prendas en el propio domicilio o en las tiendas físicas, que son revisadas una a una. Aquellas que estén bien se preparan y donan a una ONG para personas en riesgo de exclusión social, las que ya no estén aptas para su uso se transportan a sus fábricas para transformarlas en materias primas y crear nuevas colecciones.

En la mesa redonda sobre la Nueva Agenda del Consumidor, organizada por la Comisión Europea y el Ministerio de Consumo, en la que participaron el pasado día 30 de Abril, la Asociación de Consumidores Facua, la Fundación Feniss y la Asociación de Moda Sostenible, entre otras entidades, se explica la importancia de la concienciación de los ciudadanos en torno al reciclaje, y la reutilización en el marco de la economía circular.

“Hay veces que tenemos en el armario prendas que ya no usamos o bien porque no nos valen, o bien porque nos han dejado de gustar. Si son de moolberry las recogemos, conocemos los materiales con los que trabajamos y cómo están confeccionadas así que dependiendo del estado de cada una prenda podemos donarlas a personas que las necesitan o, si no está en buen estado, aprovechar los materiales. La ropa nunca es basura, siempre se puede hacer algo. Tenemos que llevar la cultura del reciclaje al armario”, anima Priscilla Ramírez, directora creativa de moolberry.

A cambio, devolvemos dinero a las clientas a través de un vale descuento del 10% para su próxima compra. De esta forma, se fomenta el reciclaje y romper la dinámica de la Fast Fashion dando una segunda vida a las prendas.

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