Estas aquí
Home > Empresas > ¿Qué es una auditoría voluntaria y cómo beneficia a tu empresa?

¿Qué es una auditoría voluntaria y cómo beneficia a tu empresa?

Son muchas las empresas que, tras llegar a un acuerdo por parte de los órganos de gobierno de la propia entidad, deciden realizar una auditoría de manera voluntaria, cuando realmente no cumplen los requisitos que obligan a auditar sus cuentas anualmente y, por tanto, no tienen la obligación legal de llevarla a cabo.

Las razones por las que una empresa puede decidir auditarse voluntariamente pueden ser muy variadas, aunque el principal objetivo es obtener una opinión externa por parte de expertos sobre la situación económica de la organización. Esto es especialmente habitual entre empresas pequeñas y medianas de reciente creación, que llevan entre uno y tres años en funcionamiento, que son las que más optan por esta opción.

Los criterios que determinan cuando una empresa incurre en la obligación de auditar están regulados en la Ley de Sociedades de Capital, concretamente en el artículo 257 del Real Decreto Legislativo 1/2010 de 2 de julio. Y, este artículo establece los límites que una compañía debe superar para que tenga que realizar una auditoría de forma obligatoria, teniendo que cumplir durante dos ejercicios continuados, dos de los tres requisitos que mostramos a continuación:

– Que el importe neto de la cifra de negocio supere los 5.700.000 euros.

– Que el total de los activos supere los 2.850.000 euros.

– Que el número medio de trabajadores durante el ejercicio supere los 50.

Aun así, si no cumples con estos requisitos, puedes someterte a una auditoría de forma voluntaria. Y, a continuación, desde Legalnet, considerados unos de los mejores auditores de cuentas anuales, nos cuentan las ventajas de realizar una auditoría voluntaria para tu empresa.

Razones por las que es beneficioso realizar una auditoría voluntaria en tu empresa

La principal ventaja es que una auditoría voluntaria para empresas te permitirá conocer la situación en la que se encuentra tu empresa a través de un equipo externo, que te proporcionará información financiera realmente útil y relevante de forma clara.

Así mismo, este tipo de auditoría mostrará una mayor transparencia por parte de tu organización hacia tus clientes o proveedores, demostrando que no tienes nada que ocultar, lo que sin duda será una total garantía y te permitirá mejorar tu imagen como marca, que mostrará una mayor seriedad frente a posibles competidores que, por el contrario, no hayan realizado una auditoría interna.

Estos son algunos de los principales beneficios de una auditoría voluntaria para empresas:

– Proporciona información financiera que favorece el acceso a financiación, ayudas y subvenciones.

– Ayuda a detectar posibles problemas o debilidades de control interno, reduciendo el riesgo de sanciones o fraudes.

– Mejora la optimización de procesos internos, identificando áreas de mejora y aumentando la eficiencia corporativa.

– Aporta fortaleza a la empresa ante un posible riesgo de insolvencia.

– Ofrece ayuda a la hora de tomar decisiones estratégicas importantes para la empresa.

– Ayuda a detectar posibles contingencias de carácter fiscal con antelación.

– Permite eliminar o reducir controversias o disputas entre los accionistas de la empresa.

– Es una gran ventaja competitiva frente a empresas que no hayan auditado sus cuentas.

¿Quién puede solicitar una auditoría voluntaria y qué tipo de auditorías existen?

Por lo general, es la junta directiva de la empresa la que nombra al auditor, aunque esto podría variar en función de las políticas internas que tenga cada corporación. Hay casos en que son los propios accionistas los que se encargan de seleccionar al auditor. Dado que se trata de una auditoría voluntaria, hay que tener en cuenta los estatutos sociales de la empresa o la normativa específica sobre auditorías en caso de que existiese.

En cualquier caso, el objetivo es seleccionar un auditor externo e independiente altamente cualificado que pueda proporcionar una visión de las operaciones de la empresa de manera objetiva. Y, respecto a los plazos, lo habitual es solicitar la auditoría antes de finalizar el ejercicio que se vaya a auditar, aunque, al tratarse de una auditoría voluntaria, esto no es obligatorio.

Y, al auditarse, una empresa puede escoger entre diferentes tipos de auditorías voluntarias en función de sus necesidades:

Financiera: el objetivo es revisar y verificar los registros financieros de la empresa con exactitud.

De cumplimiento: se hace para analizar y revisar las operaciones de la empresa, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de la legislación y las regulaciones pertinentes.

Operativa: para evaluar la eficacia y eficiencia de las operaciones de la empresa.

Sistemas de información voluntaria: revisar los sistemas de información y tecnológicos para garantizar la seguridad y eficacia de los mismos.

Medioambiental: cada vez más demandada, este tipo de auditoría revisa las políticas y acciones medioambientales de la empresa para asegurar su sostenibilidad y el cumplimiento de las normativas medioambientales.

Por todas estas razones, hacer una auditoria voluntaria es altamente beneficioso para tu empresa, permitiéndote conocer la situación en la que se encuentra tu organización y mostrar una imagen más transparente hacia terceros.

Top